Esta fotografía corresponde a
la cara posterior de una estrella de mar. La Naturaleza es
una fuente de inspiración en cuanto
a formas geométricas se
refiere, aunque más que las matemáticas nos aproximan a este
mundo geométrico natural, se puede decir
que las matemáticas
y más en concreto la geometría es el resultado de la
observación que el hombre ha hecho sobre la Naturaleza y su
necesidad de plasmarla y convertirla en algo abstracto. De
ahí la existencia de animales que toman la forma aproximada
de polígonos
regulares o al menos tienen la misma simetría,
como es el caso que nos ocupa, la estrella de mar, que queda
inmersa en el interior de
un pentágono. Pero no hay que
olvidar las puntas de la estrella, de hecho es más exacta su
correspondencia a la forma geométrica
denominada pentagrama;
que, como no, contiene a la proporción áurea, φ = (1+√5)/2 =
1.618. En un pentagrama cada línea está dividida
en
segmentos más pequeños, y si se divide la longitud del
segmento más largo entre el segmento más corto de cualquier
par de
segmentos, se obtiene φ. Pero no hay que olvidar que
el origen de todo tiene su porqué y en
un mundo perfectamente aislado y homogéneo,
un ser vivo
adoptaría la forma de una esfera o de un círculo, la forma
perfecta ya que es la máxima superficie con el mismo
perímetro y
el máximo volumen con la misma superficie, por
lo que protege y minimiza los riesgos a agresiones externas;
pero en un mundo hostil
todo ser vivo necesita competir con
otros individuos, luchar por el espacio, el alimento o la
luz, y defenderse de las agresiones externas,
por lo tanto a
las formas circulares le salen ángulos, ya que estos
disuaden de los ataques externos, concentran las fuerzas
y
la posibilidad de penetración y conquista de espacios.